CÁLLAME CON UN BESO

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viernes, 30 de diciembre de 2011

Aún estoy aquí

22 de diciembre del 2006 sobre las 20 de la tarde


 Las luces de tráfico y los cláxones de los automóviles, no le impedían parar de pensar en ella. ¿Qué estará haciendo ahora?, ¿Sabe lo mucho que la quiero?. Se replanteaba una y otra vez si era lo correcto ir a estudiar a Berlín, podía terminar periodismo en Valencia y estar junto a ella, pero siempre había querido ser un gran periodista y esta era la ocasión perfecta. Salir de las fronteras, experimentar nuevas experiencias, volver a hablar alemán. Hacia casi, tres años que no había intercambiado ni siquiera un monosílabo en  alemán con nadie. Si era su oportunidad. 70, 75 km/h Gran vía Marqués del Turia, 80, 90, 100 km/h cuanto más daba gas más conseguía evadir sus pensamientos, sus temores, Berlín. 80, 60 km/h baja la marcha, sabia que esa zona era peligrosa y más a esas horas. Volvió a pensar en ella, en su pelo moreno y ondulado, en sus labios rojizos , sus manos tan delicadas. No hacia caso a la circulación. Sus ojos, y en  como se había puesto después de la noticia, si realmente le amaba, se amaban. Aire frió, luces de colores, coches, muchos coches. Gira hacia la izquierda carrer Joaquin Costa. ¡Espera!,¡cuidado!. Frenazo, por lo pelos, casi acababa de ser engullido por aquel mercedes, no podía ser, estaba pensando en ella, en toda ella. Y no vió el ceda el paso. Levanto la moto y subió en ella como si nada. Podría haber perdido la vida, pero no le importo. Lo único que le importaba era no perderla, no perder a su amor. Acelero, y carrer conde Altea, portal 3.
 Al otro lado de la cuidad
Me sentía sola, la soledad me invadía, cada rincón de mi cuerpo gritaba, no podía más. No paraba de mirar el reloj, calcule que podían faltar tres cuartos de hora, angustiosos, sola en casa. No podía. Decidí salir, baje a la calle, cogí el bus numero 12 y pare cerca de Colón. El centro estaba muy ambientado, luces navidad por aquí, por allá, gente corriendo, grupos de adolescentes, parejas mayores y no tan mayores, todos con bolsas de regalos. No sabia a donde quería llegar, pero si que sabia que quería escapar.
 Borja mientras, estaba preparando las maletas, no llevaba muchas cosas, lo justo para unas semanas, sus últimas semanas, no paraba de pensarlo. Las últimas. Bajo de casa y pensó en pasarse a comprar algo de cena, encendió la moto y paro en un restaurante asiático de la Av. Marqués del Turia. En veinte minutos llegaría. Lo había hecho todo bastante rápido, pese al susto.
 Miraba los escaparates, no los comentaba, ni les hacia caso, se hacia tarde y era hora de volver. Volví a coger el bus y en 15 minutos llegue a casa. Ande los 40 metros que separaban el portal de casa de la parada del bus e introduje las llaves en la cerradura. 
-¡Espera, Amor,!
Me gire y lo ví, llevaba demasiadas cosas para solo unas semanas, pensé.
-¡Va, entra, hace un frió que pela!
Juntos entramos en el portal y seguidamente en casa. 

jueves, 29 de diciembre de 2011

El tiempo corre encontra

22 de diciembre del 2006 sobre las 13 de la tarde


 Bajo el umbral de la habitación dos cuerpos se desperezan, después de la noticia, mis ojos eran diferentes y mi amor por él aumentaba. Él aun seguía sobre la cama, su silueta se confundía con las sabanas, le di un beso y me levante. Me vestí y me dirigí hacia el salón, me senté sobre el sofá y sin saber muy bien porque, encendí el ordenador, simplemente me apetecía ver nuestros vídeos, nuestras fotos, los relatos que me enviaba, quería que todo fuese como antes. 
Aproximadamente 15 minutos después, apareció, estaba en el marco de la puerta y me observaba con sigilo, su rostro seguía con una nula expresión, pero aun conservaba ese toque de picarda que me volvia loca. Corriendo se lanzo sobre mi y tumbados en el sofá, empezó a hacerme cosquillas. Parecía que todo se había olvidado. Me propuso comer fuera, en mi restaurante favorito. 
Cogí el bolso y el casco, y bajamos las escaleras. Cuando me quise dar cuenta ya estábamos por la Av de Blasco Ibáñez, 80 km/h gira a la derecha 50, 40, 35 km/h calle Serpis. 
Bajamos de la moto, parecía todo tan irreal, era como si nada hubiese pasado, me cogió de la mano me hacia sentir la chica más afortunada del mundo y entramos en Spaghetti & Blues, era nuestro restaurante favorito, antes íbamos más. Edgar nos reconoció.
-Hola, cuanto tiempo, ¿Qué tal todo?, ¿Qué queréis tomar?
-Hola Edgar- repetimos a la vez- pues yo un plato de macarrones con nata
-Y yo una pizza, gracias
-¿Y para beber?
-Coca cola zero
-Vale,ahora os sirvo
Mientras esperábamos a que nos sirvieran, decayó un poco el ambiente, Borja hacia todo lo posible por distraerme y no pensar en que solo faltaba 1 mes para irse, así lo habíamos decidido, si, estudiaría en Berlin y ya veríamos que nos depararía el tiempo. Su mirada se centraba en mis ojos, en mi boca, se notaba que estaba sufriendo por mi y que no podía reprimirse ni un minuto más.
-Sabes luego podríamos ir a los viveros, pasear por allí o al jardín de Monforte, ¿Qué te parece?
-Bien, muy bien necesito escapar, lo último que quiero es quedarme sola en casa, quédate esta noche conmigo- no era una pregunta, mi tono de voz no permitía réplica.
-Vale, me parece bien, pero con una condición, que vuelvas a ser la misma que antes, la persona más activa, loca y vivaz que he conocido. Y que bueno, que sonrías princesa.
Estalle en llanto, le amaba, le quería demasiado, y él lo sabia. No esperamos más, ¿Por que esperar si el timpo corría en contra?  pasados 15 minutos la comida no estaba en la mesa, y habíamos cambiado de planes, dejaríamos la comida para otro momento. Subimos en la moto y por la Av de Menéndez Pelayo salimos a la calle artes gráficas. Aparcamos y entramos en el jardín de Monforte, no había mucha gente eran las 2 y media de la tarde. Algún pintor rezagado y cuatro o cinco parejas mayores. Subimos las escaleritas que conducían al estaque. Nos sentamos en los bancos y miramos los peces, parecíamos niños pequeños, inocentes. Estábamos poniendoles nombre a los peces y sin saber como terminamos jugando al pilla pilla alrededor de él. Me cazo y me subió a su hombro, empezó a darme vueltas, reíamos como niños, nos amábamos. Todo en ese momento se olvido corríamos por todo el jardín bajo la mirada atónita de los visitantes, escaleras para arriba, para abajo subiendo a la torre, en la fuente, junto al estanque. Nos fundimos en un profundo beso, notaba su corazón, iba a mil, mis pulsaciones también, se me escapo una lágrima, pero una lágrima de felicidad, por tenerle aun y por haber vivido tantos momentos junto a él.
Lo noto, paro de besarme y me cogió la mano, no se lo permití, le dije que siguiera, que necesitaba ese beso más que nunca.
Eran las seis de la tarde y aun estábamos deambulando por Valencia, de arriba a bajo, decidimos coger el valenbisi y recorrer el paseo de la Pechina. Terminamos agotados y volvimos a Monforte. Subimos en la moto y paramos en el portal de casa, por el camino habíamos decidido que se quedase en casa hasta el día 10 que volvían mis compañeros. Así que baje de la moto, me despedí con un cálido beso y él fue a recoger sus cosas de casa, para pasar nuestras últimas semanas.
Perdí de vista la moto negra, me quede mirándola hasta que desapareció y entre en el portal.



Querer y no poder


22 de diciembre del 2006 sobre las 10 de la mañana


 El ruido del teléfono móvil era ensordecedor y no cesaba, las vivencias que estaba soñando se esfumaron y di un brinco para buscar el móvil, buscandolo a oscuras bajo la ropa, lo encontré. Era un SMS de Borja. En el que ponía; " Siento habert despertad pero necesito vert ya, xra hablar de anoche, es urgent, n tu casa a las 11? t amo Amor". No entendía muy bien lo que pasaba, tampoco sabia si se trataba de alguna otra sorpresa que me daba, así que me asome a la ventana, pero parecía todo tranquilo, en la calle había gente pero la normal, ni rastro de él. Le conteste al SMS; " Tranquilo Cielo, no m asusts, va tod bn? vn lo ants posibl." Le di a enviar y me metí en la ducha. No paraba de pensar que tenia que contarme tan urgente, quizás me aclararía porque tiene ese carácter desde este último mes. Tenia miedo, miedo de perderle. Salí y me vestí, sin ganas desayune media tostada. Eran las 11 y aun no estaba. No paraba de dar vueltas en el piso, estaba sola, mis compañeros de piso se habían ido el 20 y no volvían hasta el 10, no sabia que hacer, iba a llamar a Norma, pero de pronto sonó el timbre. 
-¿¡Si!?
-Soy yo, cariño.
Sonó el timbre que indicaba que podía empujar la puerta. Borja entro, llevaba en la mano el casco y en la otra una carpeta naranja, en sus labios dormía un cigarro. 
Abrí la puerta, estaba cabizbajo, nunca le había visto así, me beso y sonrió. Era la sonrisa más triste que había visto en mi vida. Sentí un escalofrió me temía lo peor, temblaba. Entramos en la cocina, mientras estaba haciendo un café, se sentó, dejo la carpeta en la mesa y delicadamente me cogió de la cintura mientras me susurraba.
-Prométeme que seras fuerte, ni una lagrima, Cielo, yo te amo, coño, te amo y mucho.
Me di la vuelta, no entendía nada, nada de nada, por donde quería ir, estaba perdida, le pedí por favor que nos sentásemos, que me explicase todo y que no podía ser para tanto.
Sus ojos transmitian tristeza, tenían un brillo especial, uno que nunca había visto y no era de felicidad. Abrió la carpeta y sacó unos folios que estaban unidos entre si por una grapa. Me dijo que los leyese y mientras, me explico pausadamente lo que ponía en ellos. Le habían dado una beca, podía irse a Berlín, a estudiar durante 2 años, con todo pagado.
 No daba crédito a lo que mis ojos leían y a lo que escuchaba. Sin apenas voz dije.
-Siempre has sido ambicioso y querías ser periodista por encima de todo, el mejor periodista.
-Lo sé y ya sabes lo importante que es para mi, pero la decisión la tienes tú.
Siguió contándome desde cuando lo sabia, que iba a hacer allí y donde iba a estudiar, me dejo los folios donde lo explicaban todo. El hilo de su voz se entrecortaba y mis ojos se empañaban, no me parecía justo que se quedase aquí por mi, el periodismo era su sueño. Pero yo le quería, le quería mucho, no sabia que hacer.
Estalle en el llanto, me acaricio el pelo y me dijo que me tranquilizara. Notaba que a él también se le escapaba una lagrima de dolor, de sufrimiento por perder a lo que más amaba, lo que más deseaba, con lo que soñaba día y noche. Él me quería, tanto como yo a él. Pero no se lo podía impedir. No hable nada más, no articule palabra, el dolor me quemaba por dentro, era tan grande, nunca lo había experimentado, no podía ni llorar. Pensé que se termino todo.








Vivir el sueño

22 de diciembre del 2006


 Ya en la cama, mi cuerpo descansaba, el agotamiento era máximo. Toda la noche de pubs, con la cerveza en la mano y sin despejarnos ni un momento, íbamos con los demás, y eso acentuaba el cansancio de tener que ir de allí a allá. Pero mi mente, no descansaba, era raro, no podía sacarme de la cabeza a Borja, reviví como si se tratase de una película el año y medio que llevábamos de relación. Desde cuando nos conocimos  en Londres, hasta hoy por la noche. Vivía una y otra vez la imagen de él despertándome, con la bandeja del desayuno en la cama y susurrándome al oído. 
-Despierta Amor, tengo una sorpresa para ti. 
La sorpresa solía ser siempre la misma, por lo que ya no era una sorpresa, pero nos gustaba así. Cuando terminábamos de desayunar en la cama, se escondía entre las sabanas, provocandome. Su mirada era sexy y algo sugerente, me decía todo con ella. Seguidamente entrabamos en la ducha siempre entraba él primero, yo tardaba más y prefería esperarle en la cama. Mientras yo estaba en la ducha, él se vestía y ponía la música a tope, parándola cada dos por tres para escucharme cantar a todo volumen y reírse de mi, era algo a lo que ya me había acostumbrado. Salida de la ducha y con la toalla ya enrollada en mi cuerpo, empezaba a vestirme, pero antes, Borja había escrito en el cristal alguna frase. Era ya una rutina pero nunca me cansaba de ellas, con mi carmín escribía sobre el espejo, algo como "buenos días princesa" "regálame la primera sonrisa del día" "te espero en la cocina, no te asustes" "las maletas están preparadas y la moto en marcha". 
Borja era un chico temperamental pero a la vez tierno, muy tierno, sus ojos eran limpios y sinceros y sus labios, eran los más significativo de él, te podías fundir en ellos.
 El sueño se repetía una y otra vez, pero también recordaba cuando nos fuimos a Londres.
-¡Cariño, tengo una sorpresa para ti!
-¿Si?, sorprenderme.
-Bueno hacemos un trato, yo solo te digo un adelanto, lo siguiente no lo sabrás hasta que lo estemos viviendo.
-Mmm- musite- vale, pero prométeme que no es otra locura como la del jueves.
-Tranquila ni punto de comparación, esto es mucho más grande.
-¿Como? Borja... 
-Tú tranquila, confía en mi.
Al terminar la tarde, me entrego la nota, en la que ponía que tenia que hacer; preparar unas maletas con ropa de entretiempo y  estar despierta a las 6 de la mañana. Al día siguiente tenia todo preparado y a las 6 y 15 me llego un SMS " Estoy abajo t spero, un bes Amor". Baje, no le veía, no estaba la moto y tampoco él. A lo lejos en segunda fila le vi, estaba en un taxi, o eso parecía, pero, lo más extraño es que lo conducía él, ¿Cómo podía ser eso? pensé. Me vendo los ojos y me sentó en el asiento del copiloto. Tardamos 45 minutos o quizás exagerase un poco, pero se me hizo eterno. Cuando paro el taxi, me bajó y lo dejo aparcado, le pregunte como lo había conseguido, a lo que me contesto que me lo contaría en el Hush. No me lo podía creer, íbamos a Londres. 
Los días transcurrieron rápido, 6 días junto a él recorriendo la ciudad en la que nos conocimos, la que nos vio nuestro primer beso, y la que vería nuestro verdadero amor. 





Revoluciones incontroladas

22 de diciembre del 2006

  Pese al casco y la chaqueta de cuero seguía haciendo frío, era un noche de diciembre, una noche cerrada, ya de madrugada. Girábamos a la derecha y cogíamos la avenida a 100 km/h, aumentaba la velocidad 110, 120 la avenida de Blasco Ibánez era interminable y a aquellas horas de la noche no había nadie, nosotros y los cambios de semáforo, colores que ignorábamos, estábamos solos tú y yo. Doblaste hacia la izquierda Av. del Cid disminuiste la marcha, 90km/h, sabias que por ahí no se podía correr, pero que más daba no había nadie quien iba a estar a las 4 y media de la noche, 100, 120, 130 km/h, empece a decirte que aminoraras la marcha que no dieses más gas, allí no. 135, 140 km/h, para Borja para, empece a darle golpes en la espalda, por favor Borja para, para. 150 km/h el frío era insufrible y pensaba que no iba a vivir para contarlo. 130, 120, 100 km/h por la calles de Valencia era demasiado, pero me sentía más segura, faltaba menos para llegar al portal de casa, una avenida más y ya estaba. Mientras intentaba decirle que le pasaba, ¿por que hacia eso?. No recibía ninguna respuesta. Siguiamos recto y llegamos al cruce con la Av. de Pérez Galdós. Hace el cambio de rasante y acelera 120, 130 km/h el marcador de revoluciones no ascendió a más. Último giro hacia la izquierda y carrer de Conca, por fin en casa. Se para la moto. Portal 12. Bajamos y nos quitamos el casco. Volví a preguntarle que coño le pasaba, si estaba bien, no le entendía, llevaba algo más de un mes sin hablar tanto como antes hasta empezó otra vez a fumar, ya no era él mismo. Con el casco en la mano me beso, no supe saborear ese beso, estaba enfadada con él, con todos. Podríamos habernos matado, pero lo importante es que aun estábamos ahí. Cruce la calle y saque las llaves del bolso, me di cuenta de que el móvil parpadeaba, antes de introducir las llaves en al cerradura, lo abrí, un SMS nuevo, de Borja, pero si aun esta ahi atrás, mirándome como entro, esta mal... pensé. "Te quiero Amor, dscansa, siento lo de sta nx, hablaremos dema, duerm y recuerd q te amo. Un beso". Me di la vuelta, la moto estaba ya en marcha y se estaba poniendo el casco, pero le dio tiempo a ver mi sonrisa. Yo también te quiero, no podría vivir sin ti, pensé. Entre en el portal y vi como la moto negra se fundía con las luces del alba. Ya en casa, lo único que pude hacer fue dormir.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Mirarte a los ojos es un riesgo que tengo que asumir.

El frío se apoderaba de mi, la cabeza me daba vueltas, ¿ por que todo esto?, ¿no te estas comiendo la cabeza por nada? nada. La sonrisa se borro, las ganas de gritar, reír , correr y amar se perdieron, se esfumaron o se disolvieron frente a ese café, ese que tenia enfrente y que no paraba de remover y remover hasta que la espuma se disolviese. Pegue un sorbo, el sabor era fuerte, muy fuerte ese día prefería no ponerle azúcar, aun que todo lo que transcurría a mi alrededor era empalagoso y repulsivo. Me fijaba en la gente que entraba y salia de la cafetería, solos,acompañados, amigos, parejas, concretamente me fije en una cara, pensé que con ella podría evadir mis pensamientos y mis problemas. Me parecía conocida, pero no conseguía reconocerla pese a mi esfuerzo. Me centre en sus ojos, eran diferentes transmitían ternura, propios de una persona apasionada y delicada, pero sus fracciones eran duras, de un hombre persuasivo se reflejaban en ellas. Esta pidiendo un café largo, mientras pagaba no hizo ningún gesto de simpatía ni cuando le dio las gracias la cajera. Con paso firme se dirigió hacia la puerta. Yo no podía apartar la mirada de él, ¿quien era? ¿lo conocía de algo? ¿si o no? no se... La puerta se cerro a sus espaldas y  me volví a centrar en mi café, sin apenas espuma y frío. Lo termine de mala gana y salí, no sabía donde ir, era navidad y el centro estaba repleto de gente, pero yo, no tenia ninguna meta, lo había perdido todo a mis espaldas no podía retroceder ni avanzar, estaba sola. El miguelete se perdía de vista, a gente parecía que iba disminuyendo y con ella la densidad en el ambiente. Sin saber muy bien porque ni como llegue me encontraba en La Flama, un bar del barrio del carmen, lo frecuente muchas veces, pero de eso hacia ya unos años. Pedí una cerveza, sin limón. En la barra había bastante gente así que decidí sentarme en una mesa, me distraje mirando los próximos conciertos, pero espera, no puede ser, el mismo chico que en la cafetería, que coincidencia o no. Él estaba en la barra tomándose un whisky, se levanto del taburete, saco de su bolsillo derecho del pantalón un paquete de marlboro y un mechero. Seguidamente puso el cigarrillo en sus labios e inhalo a la vez que se acercaba el mechero. Me fije en su boca, esos labios, si esos labios los conozco esas manos y ese pelo, todo, es él. Sí, después de 6 años se vuelve a cruzar en mi vida. ¿Sera algo del destino?

martes, 27 de diciembre de 2011

Adiós 2011, hola 2012.

 Por estas fechas, como todos los años, toca recordar, recordar el año que se va. Miles de recuerdos que vivieron por mucho tiempo ya yacen encerrados en el baúl azul. 2011 el año de cambios y salidas. Cosas que se han juntado con otras. Y otras que no sabes porque pasan. El año en el que he madurado como nunca y he comprendido quien soy realmente. Muchas experiencias vividas y nuevas sensaciones nunca antes experimentadas.
 Aprendí  a volar sin paracaídas, lo que supuso un gran riesgo que supe manejar. Viví emociones fuertes, entradas y salidas de personas que lo fueron todo pero que ahora sin saberlo no tienen cara, engaños que tuve que afrontar, pilares que me sujetaron cuando esta apunto de derrumbarme, bonometros, presiones y agobios que tuvieron sus fatales consecuencias, resurgimientos cuando pensabas que nunca más ibas a vivir lo mismo, motos y mentiras que dañaron mi orgullo; ese que me prometi que nunca más nadie tocaría. Mentiras encubiertas para terminar en nada, aprobados y matemáticas, chascos; muchos, vídeos chorras que sacan sonrisas y risas siempre que los ves, vídeos que añoras; momentos de baúl. Pulsos incontrolados y tembleques nerviosos, placeres, saltos de alegría al tenerlo todo, llantos incontrolados al perderlo, granizados que te ayudaron y que nunca conseguirás explicárselo, coincidencias poco gratas, aviones y azafatas para escapar de allí, errores con solución o sin ella, Fosters, pizza, chinos, obsesiones nuevas, paseos prohibidos, piti time o birra time, MTV, silencios incómodos, gente que acabas de conocer y que parece que ya lo saben todo de ti, otra con la que lo has tenido todo y no la reconoces, cambios de look, esqueleto, ojos de mariposas que amas con locura, amores que lo fueron todo pero que terminaron siendo sustituidos , música; muchas, see you later, locuras por amor, pintalabios y escritos, libros que nunca se acabaron pero que siguen en el recuerdo, collares y pulseras; memorias de baúl, cartas que jamas quisiste enviar, viaje al congo con la que más quieres, secretos, cervezas que marcaron un principio y un final, Valecia, Tarragona, Murcia, Londres, Bristol, médicos y hospitales, poker y dados, cada uno diferente como el profesor, actuaciones muy bien escenificadas, piscinas que lo vieron todo, fiestas que querrás olvidar y otras recordar de por vida, años y tacones, velas e incienso, luna, caminos que se encuentran después de 4 años, primeras veces, mecheros y colillas, accidentes, goles junto a las que más quieres, autobuses; rojos, amarillos...cam y skype, canciones y fotos archivadas en carpetas que aun no has podido abrir; de lugares, miedos, miles de besos y caricias, purpurina con ella, rarezas de personas que tuviste que asumir, un espartano que se a colado en tu vida y con él que no puedes pasar un mal rato, bailes con ellas y ellos, locuras que no podrías volver a hacer, fotos que no volvieron a ver la luz, desconocidos que ahora son "conocidos", Alemania y Venezia, pipa y mima, pintauñas, quedadas ya borradas, llamadas telefónicas; de horas, segundos o sin respuesta, vegetales y gallinas asesinas. Gente que salio y a la que se le olvido el cuño para volver a entrar.
 Ya es hora de despedir al 2011 y dar la bienvenida al 2012, los años empiezan a pasar y con ellos nuevos retos y experiencias, aun no esta todo vivido y queda superarse mucho más. Solo te pido 2012 que me hagas un favor, no me seas tan cabrón como el 2011, solo te pido. VIVIR.

http://www.youtube.com/watch?v=pFlELrPMaVg

sábado, 24 de diciembre de 2011

Otro año se acaba y uno nuevo va a empezar


So this is Christmas
And what have you done
Another year over
And a new one just begun
Ans so this is Christmas
I hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young

A very merry Christmas
And a happy New Year
Let's hope it's a good one
Without any fear
And so this is Christmas
For weak and for strong
For rich and the poor ones
The world is so wrong
And so happy Christmas
For black and for white
For yellow and red ones
Let's stop all the fight
A very merry Christmas
And a happy New Year
Let's hope it's a good one
Without any fear
And so this is Christmas
And what have we done
Another year over
And a new one just begun
Ans so this is Christmas
I hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young
A very merry Christmas
And a happy New Year
Let's hope it's a good one
Without any fear
War is over over
If you want it
War is over
Now... 

Happy Xmas!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Empezamos la navidad

Navidad, esa fiesta que muchos desean con ansias que llegue, que otros detentan y que desearían que no existieran. Yo pertenezco a ese grupo, al que desearía que se borrara del calendario. Adiós papa noeles, adiós arboles horteras, adiós mazapanes con extra de mantequilla, adiós luces cegadoras, adiós espíritu consumista, adiós navidad, claro, pero utilizando un poco el uso de la razón, las navidades tampoco están tan mal, son fiestas, adiós colegio, si¡ lo prefiero, y aun más si están ellas. Como dice el titulo empezamos la navidad y de la mejor forma posible con ellas, un paseo por el centro de Valencia, fundiendonos con el bullicio, divirtiéndonos por la calle, riendo sin parar.







Os amo niñas.

¿Querer es poder?

No siempre es así, admítelo, pocas veces luchas por lo que quieres y si lo haces te cansas a mitad de camino, te conformas con algo parecido, te engañas pensando que esa era tu meta y en realidad no te llega ni a la suela de los zapatos, pero te gusta creerlo. Indignada de esta actitud echo a correr, se despisto, se asusto, se perdió, se olvido. Se olvido de su verdadera meta, la que tanto ansiaba, esa que antes era al revés. El era el que la ansiaba antes, el que se dormía pensando en ti, el que se despertaba deseando verte, o el que sufría un ritmo cardiaco un tanto elevado al verte. Todo se puso al revés, si señores, en este mundo la sopa se comía con tenedor y los perros sacaban a pasear a sus ruidosos amos, los humanos. Ahí quería llegar, humanos, que son? que quieren? que buscan? que les gusta? que odian? QUE SONN¡? sufren alguna deficiencia? sino, porque les gusta sufrir por nada, es tan simple como apretar el botón, ese que tienen detrás de la oreja derecha, no lo entiendo, no lo logro entender, pueden resetearse cuando quieran, olvidar todo en pocos segundos y volver a empezar desde cero. Quizá aún no lo han descubierto? Sí sera eso, por eso siguen llorando de todo menos de risa, que triste, alguien les tendrá que avisar de ese botón.