No te preocupes, Paloma.

No te preocupes, paloma
Hoy no estoy adentro mío
Tu amor es mi enfermedad
Soy un envase vacío

Tres, dos, uno

Me gustaría saber que se siente, al saber que has encontrado la felicidad. Supongo que se experimentara una sensación de plenitud y libertad difícil de explicar. Pero a todo esto, ¿Qué es la felicidad? según el diccionario es un estado de ánimo en el que te encuentras plenamente satisfecho al tener lo que deseas o disfrutar de una cosa buena. "Una cosa buena", "Desear". No, se equivocan, la felicidad es todo aquello que no sabemos apreciar, todo lo que no podemos ver y lo que no podemos tocar. A menudo nos preguntan si somos felices, y ¿qué respondemos?, que si, ¿porque no serlo? si vivimos en una sociedad que nos obliga a ello, todo el mundo es feliz y si no lo eres, vete de compras, vete de copas o vete al cine. Con esto se consigue aumentar la ignorancia sobre lo que es la verdadera felicidad, que no es más que aquella que reside en nosotros sin ticket de la hora; no tiene fecha limite, se va y vuelve según nuestro nivel de ignorancia o según lo que queramos ver.

La felicidad, como el arco iris, no se ve nunca sobre la casa propia, sino sólo sobre la ajena.

Ser, o no ser, esa es la cuestión.

 Parece que sigues siendo la misma niñata, la que comete los mismo errores, la que no sabe que escoger primero y la que se equivoca al escogerlo.
No sabes como callarte la boca,¿ verdad ?. Todo lo que haces esta mal. Todo lo que piensas te atormenta y todo lo que sueñas se transforma. Esta claro que detrás de esos labios rojos y esa melena provocadora, no hay nada más que tonterías, de mierdas, de gilipolleces que quieres olvidar y de asuntos que quieres aclarar. Aclárate, intenta sobrevivir y diviértete. Lo único que importa es ser cuando no eres.

Circo

Paseas por el centro, es doloroso reconocer pese al tiempo ese perfume, el que no te permitía mentir a tu madre, él era ese olor, tan significativo que aun guardas en tu memoria y que cuando alguien lo lleva de golpe un flashback te irrumpe, te corroe, y te recuerda que todo fue una mentira.
Poseemos la virtud de recordar mediante olores, olores que nos trasladan a lugares que yacen en alguna parte de nuestro recuerdo. Olores cotidianos como el del café recién hecho, ese que te indica que es domingo, o el de las colillas, que te recuerdan a cierta etapa, el del calipo de fresa, el de la pólvora, o el de los libros nuevos. Olores que te trasladan a diferentes lugares y que no piden permiso para irrumpir en tu vida.Pero cuando quieres recordar alguno de ellos, no lo consigues, es inútil.